Revolución francesa
Crisis de precios
Crisis de precios
En este blog se va hablar sobre las diferentes
revueltas que se originaron en la revolución Francesa a causa de los altos
precios de los alimentos como lo era el trigo, café, el jabón etc. También es
importante que se analicen las causas que originaron la crisis económica de la
Revolución Francesa, para conocer los posibles orígenes e iniciadores de esta
revolución, donde más adelante se conocerá, las consecuencias que produjo la
crisis de precios en el pueblo de Francia.
A finales del siglo XVIII, Francia estaba viviendo los
inicios de una época muy difícil para la sociedad: cosechas malas, precios
altos, desempleo, crecimiento de población. Esto se originó por la crisis del
hambre y de precios:
“Cuando fracasó la cosecha de 1788, los graneros
estaban vacíos y se desencadenó entonces un alza irresistible, que en julio de
1789 llego en a su apogeo, en ese momento la libra de pan costaba en París
cuatro sueldos y medio, y era más cara todavía en algunas regiones” (Lefebvre, 1986, p.18)
Revueltas por la crisis de precios
Inquietudes por parte del pueblo se hacían visibles, la mayoría de estas las
personas se manifestaron, ya sea por la política o por elevados precios y
escases de los alimentos básicos en Francia como lo eran el pan, el azúcar, los
cereales, vino y otros. Esto evidentemente no fue algo fácil, ya que las clases
altas estaban cómodas, pues tenían sus propios intereses, y no cedían
fácilmente a lo que las clases bajas exigían; “…la mayor parte de los privilegiados no estaban dispuestos a hacer
sacrificios; aunque limitadas y parciales, las reformas lesionaban sus
intereses y ponían en peligro sus prerrogativas.” (Soboul, 1981, p.19)
Las principales manifestaciones eran realizadas por
campesinos, mujeres y habitantes urbanos, los cuales molestos por los altos
precios de los alimentos y por desafiar a las clases altas, resguardadas por el
Tercer Estado o por el Estado General de 1789, se manifestaron, invadiendo
importantes puestos de comercio.
Las destituciones ejecutadas por la Asamblea Nacional
de Francia y de personas en puestos importantes acompañada por diversos
acontecimientos, fue motivo para que miles de personas se reunirán en los
jardines de Palais Royal, arrebatando contra cualquier comercio, manifestando
el pueblo así el disgusto con los impuestos de vino, pan, etc. La situación era
sumamente difícil para la población, pues según Lefebvre
Georges en su libro: “El Gran Pánico de 1789”; entre 1770 y 1790 se calcula que Francia aumentó su población en 2
millones. También, las
mujeres el 5 de octubre de 1775 realizaron hacia Versalles una revuelta a causa
de la crisis de trigo.
En
1787-1789 las cosechas estaban destruidas y los
productores de trigo subieron doblemente el precio del trigo, esto no
solo era
un problema de la zona urbana sino también de la rural, lo cual provocó
que
muchos campesinos realizaran otra revuelta atacando así a los comercios,
panaderías, a los granjeros y a barcos cargueros; como
consecuencia originó una serie de revueltas a causa del hambre.
Después se propició un movimiento llamado el Gran
Miedo en 1789.
“El gran Miedo tuvo sus orígenes en la vagancia rural, producto de la
crisis económica, en la dispersión de tropas reales después de la victoria
popular de París y en la arraigada creencia de los campesinos.” (La
multitud en la historia, George Rudé, 2009).
Multitudes aclamaban por pan invadiendo a la
Convención Nacional (hecho ocurrido el 1 de abril de 1795), interviniendo la
Guardia Nacional para sacar a los “intrusos”. Por un momento, después de este
acontecimiento hubo una ligera calma, pero luego siguieron continuando los
disturbios por todos los distritos de Paris y por el resto de Francia.
Muchas personas fueron decapitadas, expulsadas de sus
países, asesinas y arrestadas por la Guardia Nacional. Pero aún así muchos
miembros de la Guardia Nacional se unían a actuar y formar parte de los
“revoltosos”.
Mientras en unos lugares de Francia el trigo bajaba de
precio, en Paris el costo del azúcar aumentó, provocado por la guerra civil en
las Indias Occidentales, el valor del azúcar empezó a triplicarse y los
revoltosos pensaban que los comerciantes se guardaban la mercancía, esperando a
que su valor aumentara, para ponerlo a venta. Este tipo de pensamiento provocó
ataques a comercios y a panaderías, exigiéndoles a los comerciantes bajar de
precio. Esto empezó por un movimiento de mujeres en el distrito de Beauborg
extendiéndose a los días a San Antonio.
Críticos culpaban a Jacques Roux de estas
manifestaciones, pues él había dado un discurso
apoyando a los revoltosos, además la mayoría de incidentes se dieron en
su distrito. Este luchó por un Máximo General para los precios, la cual lo
obtuvo.
Todas estas revueltas más el sufrimiento que vivió la
población en ese tiempo fue mermando poco a poco, gracias a que esta y muchas
otras partes de la sociedad con mucha dificultad, se logró la independencia
pues las clases altas no atendían las exigencias de las personas y las que
atendían eran sus propios intereses: “…la
mayor parte de los privilegiados no estaban dispuestos a hacer sacrificios;
aunque limitadas y parciales, las reformas lesionaban sus intereses y ponían en
peligro sus prerrogativas…” (Soboul, 1981, p.19) Aún así, después de lograr su independencia, Francia
todavía tenía que restaurar y establecer su política. La crisis de precios despertó el interés del
pueblo por algo mejor y se involucraron más allá de la revuelta, en la
Revolución, que trajo consigo mucha serenidad y plenitud en Francia, logrando
ser hoy en día una de las potencias mundiales.
Aumento en el impuesto de los alimentos
El hambre ocasionada en Francia era producto de los
altos precios de los alimentos, por lo que solo las clases prestigiosas podían
acceder a productos como el vino y el pan, los cuales se consideraban un
alimento lujoso.
Durante las revueltas, “los labradores se encuentran expuestos a injurias y
obligados a vender su trigo al precio que los compradores quieren pagar” (Lefebvre, 1986, p. 39), si los labradores no obedecían, estos revoltosos
les invadían su comercio, por lo
tanto muchos panaderos y comerciantes
accedían a realizar una rebaja en sus ventas, ya que poseían miedo a que su
local fuera invadido.
Algunos precios habían bajado en otoño y verano, pero
subieron algunos productos como el jabón, café y el azúcar, esto produjo una
gran detonación participando casi los 48 distritos de Paris. Mujeres lavanderas
y miles de personas por todo el país de Francia vivieron en 1794- 1795 una gran
hambre, por los altos precios. Miles de revueltas se dieron en este lapso de
tiempo.
Bibliografía
Lefebvre, G. (1986), El Gran Pánico De 1789: La Revolución
Francesa Y Los Campesinos. España. Editorial Paidós.
Soboul, A. (1981), La revolución francesa. Barcelona.
Editorial Oikos-tau
Rudé, G.
(2009), La multitud en la historia.
España. Editorial España.
Vovelle, M.
(2000), Introducción a la Historia de la
Revolución Francesa. Barcelona. Editorial Crítica.
El alimento es una necesidad básica de cualquier persona para sobrevivir, por lo cual, estas revueltas de algún modo si tienen fundamento, pues obviamente las madres no pueden ver a sus hijos o a sus familiares con hambre, recurren a estas situaciones en busca de lo que por impuestos o falta de dinero se los han quitado
ResponderSuprimirEs injusto, vivían con muchas inconformidades y aparte de eso, vienen y les cobran más de donde no tienen nada con que pagar y para colmo con este dinero satisfacer las necesidades de la nobleza o el clero.
ResponderSuprimirEs increíble como se da el aumento de precios en productos básicos con un tiempo tan corto,la necesidad hace que el pueblo reaccione,ya sea en protestas o actitudes violentas.
ResponderSuprimirEl aumento de los precios no se debió a una escasez de alimento, sino a la mala distribución de los mismos. ¿Qué se logró con ello? El enfurecimiento del pueblo contra esas clases que obtenían alimento y no pagaban impuestos. La burguesía fue paladín derogador de esos impuestos.
ResponderSuprimirEl blog lo veo bien organizado y llamativo, asunto importante en un blog.
Hay dos elementos a parte de los precios, el hambre, ambos se conjugan para detonar una reacción social. Pero algo muy llamativo es el contexto donde estalla. Ilustración, monarquía incompetente, un estado débil. Los precios como crisis nos refleja una sociedad monetarizada en buena medida.
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